En este caso real, tía y sobrina mantenían la copropiedad al 50% de una vivienda y una parcela colindante, que ambas utilizaban, estando las dos interesadas en adjudicarse los bienes.

Para solventar el asunto se decidió hacer una subastilla en la misma notaría justo antes de la firma de la escritura, estableciendo un valor mínimo a partir del cual las condueñas alternativamente pudieron hacer las pujas que estimaron, siendo finalmente mi cliente la que ofreció el importe mayor, procediéndose a extinguir el condominio a su favor y materializado en ese mismo momento el pago mediante transferencia y concediendo un plazo de 90 días a la otra parte para retirar sus pertenencias, lo que obviamente ya estaba pactado previamente.

La situación que os planteo, en la que los condueños quieren hacerse con la totalidad del inmueble, se presenta con cierta frecuencia, siendo la solución adoptada la más lógica. Se fija para ello un importe de salida, que en este caso fue de 80.000 euros y fijando unos tramos mínimos de subida de al menos 2.500 euros; disponiendo las partes de 30 segundos para ir subiendo las ofertas que se hubiese realizado, quedando adjudicada a quien haga la mayor.

En la notaría ya está previamente preparada la escritura quedando únicamente por concretar quien adquiría la totalidad.

Una vez formalizada la disolución del condominio se liquidó el Impuesto por la modalidad de Actos Jurídicos Documentados pese a ser dos inmuebles, al considerarse como una unidad funcional y, tras recopilar las escrituras públicas, se procedió a inmatricular los bienes en el Registro de la Propiedad. 

Os acompaño la Escritura Pública, con la Liquidación por Actos Jurídicos Documentados, coste de Notaría y Registro de la Propiedad. La parte transmitente debe declarar en I.R.P.F. la operación por el incremento patrimonial que le supuso la transmisión de su participación.

Espero sea de vuestro interés.

José Valero Alarcón

Abogado de Proindivisos