1. Si el demandado se allanare a la demanda antes de contestarla, no procederá la imposición de costas salvo que el tribunal, razonándolo debidamente, aprecie mala fe en el demandado.

Se entenderá que, en todo caso, existe mala fe, si antes de presentada la demanda se hubiese formulado al demandado requerimiento fehaciente y justificado de pago, o si se hubiera iniciado procedimiento de mediación o dirigido contra él solicitud de conciliación.

2. Si el allanamiento se produjere tras la contestación a la demanda, se aplicará el apartado 1 del artículo anterior.

Es necesario que el requerimiento sea igual, o al menos lo más similar posible, a la pretensión que se deduciría mediante la demanda de división de cosa común, por ello, suelo proponer la posibilidad de acudir a la subasta voluntaria, dado que en los casos de un bien indivisible física y jurídicamente, es la solución que establece el Código Civil, en su artículo 404.

El modelo que os acompaño fue utilizado en caso real, que finalizó mediante acuerdo tras la interposición de la demanda.

Es necesario dejar constancia de su envío y recepción, siendo el burofax con acuse de recibo y certificación de texto, un medio idóneo para ello.

El requerimiento puede ser remitido directamente por la persona interesada o su representante, siendo en la mayoría de las ocasiones, más efectivo que lo envíe un abogado.